Realizando parte de la Ruta del Quijote, encontramos los viejos molinos sobre los que tanto escribió Cervantes, y entraremos en uno de ellos que aún se utiliza como harinero en el pueblo de Mota del Cuervo.
Además, escucharemos los detalles de esta ancestral labor de la mano de un gran conocedor de esta profesión, lo que aporta mayor encanto. Continuando con las viejas profesiones, visitaremos una vieja herrería que ha pasado de generación en generación y que comenzó realizando ruedas para carruajes.
Como cierre de la actividad, asistiremos a un restaurante ubicado en un molino del siglo XVII que, a día de hoy, sigue ofreciendo un plato mencionado en la obra del Quijote “Duelos y Quebrantos”.